domingo, 28 de agosto de 2011

ATARDECER ERMITA VIRGEN DE LA CABEZA

CASA MATEO

En la Calle Jerez hay un establecimiento llamado Casa Mateo donde se come francamente bien y no esta mal de precio. La cocina de Raul, innovadora con raíces tradicionales, no deja insatisfecho a nadie.

Bar Casa Mateo

Os recomiendo las hamburguesitas ibéricas y no creo que seáis capaces de tomar solo una.

Hamburguesitas Casa Mateo

Además, podéis tomar flamenquines pequeñitos, huevos estrellados, tataky de buey, choricitos de Ronda, gazpacho de moras, pincho moruno de chivito con couscus, presa ibérica, etc. Todo un festín. Preguntad por Alba y pedidle que os recomiende qué podéis tomar.

Tataky de Buey

El único defecto que se le puede encontrar es que no sirven cafe.

Casa Mateo en Calle Jerez

sábado, 27 de agosto de 2011

LA MINA DEL REY MORO



Existe en Ronda un lugar mágico que merece la pena visitar pero que precisa de un corazón fuerte y unas piernas ágiles.

Se trata de la Mina en la Casa del Rey Moro: una bajada escalonada excavada en las paredes del Tajo y oculta a la vista mediante unos muros de sillería camuflados con el entorno, una gruta artificial y vertical de casi 100 metros de desnivel, dividida en varias cámaras intermedias. Entre estas cámaras destaca la Cámara de los Secretos cuya especial geometría permite que dos personas situadas en esquinas opuestas de la sala puedan conversar en voz baja sin que se entere una tercera persona situada en el centro, entre ambas. Basta hablar bajito frente a la pared y la bóveda del techo llevará el sonido amplificado a la esquina opuesta. Probadlo, es sensacional.

Una vez que se llega abajo del todo, desembarcareis en una plataforma de tramex (metálica) sobre el propio Río Guadalevín, es decir, en el fondo del Tajo. El lugar es único y relajante e invita a bañarse en el río. Descansad en él porque os hará falta para la subida y, sobre todo, tomaros ésta con calma.

Lecho del Guadalevín visto desde la salida de la Mina

Esta construcción es una estructura defensiva nazarí que permitía bajar a recoger agua en tiempos de asedio, así como defender el paso por el Tajo desde las ventanas de Aspillera disimuladas en sus muros.

Se encuentra situada en la Casa del Rey Moro, palacete de la Duquesa de Parcent, donde también hay unos idílicos jardincillos colgados sobre las paredes del cañon del Tajo y que fueron diseñados por Forestier.


Jardines de Forestier

Es una lástima el lamentable estado de conservación de la casa que, entre la humedad y la desidia, va sufriendo un deterioro progresivo y descorazonador.

Casa del Rey Moro

Fuente: Fotos Propias

domingo, 21 de agosto de 2011

DERRUMBES HISTÓRICOS

No es muy conocido que las dos mayores joyas arquitectónicas de Ronda comparten un suceso trágico en sus orígenes. Tanto el Puente Nuevo sobre el Tajo de Ronda, como la Plaza de Toros sufrieron sendos derrumbes de consecuencias mortales. Ambos monumentos fueron construidos en el Siglo de las Luces, la época de las Revoluciones en Europa, y ellos mismos constituyeron una revolución para Ronda configurando su imagen definitiva y posibilitando el desarrollo y crecimiento de la ciudad.

En 1735 se construyó en Ronda un puente que comunicaba ambas márgenes del Tajo y permitía la expansión poblacional hacia el Llano del Mercadillo. Dicho puente estaba concebido con una solución estructural elegantísima consistente en un sólo arco de 35 metros de diámetro que apoyaba en ambos extremos del barranco. Se tardó solamente ocho meses en construirlo pero se derrumbó a los seis años de su inauguración. Los cimientos en el macizo rocoso se conservan intactos junto al puente actual, si bien ocultos en parte por la vegetación del Tajo. No obstante, si se es observador, se puede ver dichos estribos, aguas arriba, además de algunos restos y escombros en el fondo del río.

Sin embargo, la reposición de este puente era imprescindible para la ciudad y en 1751 se reemprendieron las obras que esta vez, por problemas de presupuesto, tardaron casi cuarenta años en terminarse, con numerosos modificados de por medio. El ingeniero militar aragonés José Martín de Aldehuela fue el Director final de las obras y el 4 de noviembre de 1787 se abría el paso franco a través del Puente y en 1794 quedaba rematado con la construcción del acueducto de la Hidalguía. Comenzaba a desarrollarse la Ronda moderna, la del Llano del Mercadillo, correspondiente a la zona céntrica actual.

Y en ese Llano del Mercadillo es donde la Real Maestranza de Caballería de Ronda construyó un nuevo y magnífico coso para el ejercicio y los juegos de toros. Las obras se comenzaron el 1770 y se celebró el primer festejo el día 11 de mayo de 1784, poco antes de rematar la obra, para homenajear al Infante don Gabriel. Sin embargo, se produjo un desprendimiento de los arcos de uno de los tendidos como consecuencia de la aglomeración de gente que se apiñó empujando las columnas en las cuales no había fraguado aún la argamasa. El anecdotario dice que las columnas fueron desplazadas por soldados en protesta por el mal ganado que se presentaba. No sé si será cierto pero hay cosas que no han cambiado... lo digo por el ganado.

El caso es que entre heridos y muertos se llegó casi al centenar de victimas y hubo serios enfrentamientos entre los maestrantes y el corregidor de la ciudad con motivo de la continuidad de las obras. Finalmente se terminaron en mayo de 1785 y pasaron la pertinente inspección. Hasta hoy.

Dibujo imaginario del primer Puente Nuevo de Ronda.
William Jacob 1809



Fuentes:
Historia de Ronda, Juan José Moretti                
La Historia de Ronda en versos, Juan A. Ordoñez
Ronda en el siglo XVIII, Pedro Sierra de Cózar.  

AGUADA DEL TAJO

Autor: Jose Angel Gómez

TAPEANDO POR RONDA

¿Comer en Ronda?

A lo largo de este blog desarrollaremos un completo glosario de todos los restaurantes que merecen la pena en Ronda, pero como todo lleva su tiempo, voy a proponeros una pequeña ruta rápida para que podais empezar a tapear por el centro.

El primer sitio de referencia es el Bar Maestro, situado en la calle principal Carrera de Vicente Espinel, conocida como Calle la Bola, en el primer tramo de la calle -cerca de la Plaza de Toros. Está regentado por el matrimonio compuesto por Rafael y Paqui y se trata de un bar típico donde desayunaba todos los días el Maestro Antonio Ordóñez. Son imprescindibles, dentro de sus variadas tapitas: las Costillitas de cerdo fritas, las Papas con Tomate y la Masita de Salchichón. Os atenderán rápida y eficazmente, sirviéndoos con familiaridad y amabilidad. Es parada obligatoria para todos los rondeños que nos apretamos como podemos en el reducido local tratando de conseguir una tapita de arroz que siempre sacan a las 13:00. Sin embargo, no pregunteis por el baño de señoras porque comprobaréis que no existe.  

Un poco más arriba llegaréis a la esquina con la Plaza del Socorro donde encontrareis a la izquierda, en la misma plaza, Casa Ortega; y a la derecha, en la C/Virgen de los Remedios, el Bar La Leyenda.

Casa Ortega es un establecimiento en el cual se puede comer como restaurante o tapear en la barra y en la terraza de la calle. Por las noches, además, tiene una terraza de verano en la azotea para tomar unas copitas a la fresca. Habitualmente yo pido una ración de Jamón Ibérico -muy bueno- o unas gambitas de Huelva, acompañados por un tomate del terreno aliñado. Esto último puede pedirse en casi cualquier bar de Ronda en verano: están exquisitos. La cerveza del grifo de Casa Ortega es magnífica: fresquita y muy bien tirada.

La Leyenda es un local decorado al estilo Gaudí y regentado por Juan que tiene una mano especial para la cocina y siempre está ofreciendo tapitas diferentes pero tradicionales. La ración de Berenjenas fritas es sencillamente deliciosa, al igual que las Lágrimas de Faisan  y, sin dudarlo, el Solomillo al whisky, su especialidad. Además, la amabilidad con la que te atiende el camarero Antonio, ofreciendote las tapitas del día, hace que te sientas como en casa. Si tomas un Gin Tonic en la terraza, no puedes dejar de pedir media ración de Almendras Fritas.

Si aún no estais llenos y teneis ganas de caminar un poquito, continuad caminando por la Calle Virgen de los Remedios y, en una perpendicular a ésta, en Calle Nueva, hay varios bares y terrazas. Mi recomendación es el Bar Tragatapas donde podréis degustar tapas y raciones de "cocina de diseño", pero con seriedad: sin artificios vanos ni pijerías absurdos. Está relacionado con el famoso restaurante Tragabuches pero no sé si sigue vinculado a él o no. Productos de calidad y cocina original, mucho más económica que el mencionado restaurante- ¡al fin y al cabo estamos de tapeo!. La Ensalada de espinacas con queso de cabra y el Tataky de Buey regados con un buen vino de Ronda son más que recomendables.

Y paralela a la Calle Nueva está la Calle Villanueva que, aparte del juego de palabras, en la esquina con la propia Calle Virgen de los Remedios, hay dos establecimiento típicos rondeños: la Taberna de Antonio y el "Lechuguita". En el primero, regentado por Paco, vereis una extensísima pizarra con las tapitas disponibles -no dejeis de probar la morcillita de Ronda- y el segundo constituye punto de encuentro obligado para la juventud de Ronda.


Bueno, creo que por hoy ya está bien, aunque hay muchos mas buenos bares que os iré contando con detalle.

BIENVENIDA


Ronda, la ciudad soñada por el poeta Rilke y elegida por Orson welles para su eterno descanso, es un trocito de historia suspendido en el aire desde un pequeño altiplano hendido en dos de forma sobrenatural.

La mano del hombre junto con la acción modelizadora de la naturaleza ha creado un entorno único de gran belleza, una joya en la que se respira Historia y Arte.

Y sobre todo, el Arte de Vivir. Ronda ha sido el escenario de multitud de cuadros, tiene un gran tesoro arquitectónico y ha sido la cuna del toreo a pie. Pero si destaca por algo, como pueblo andaluz que es, es por la alegría de sus gentes, por sus cantes y su gastronomía.

El objeto de este blog es servir de guía y acompañante a todo aquel que quiera visitar Ronda. Contarle, entusiasmarle y aconsejarle.

En ningún caso existe interés comercial alguno, las opiniones sobre los establecimientos serán personales y nunca excluyentes. Las publicaciones seguirán el ritmo que mis ocupaciones me permitan.